Un banco rodeado de helechos, en un parque. ©Hacer clic y despegar

Comunicados de prensa

Último número de la revista Park.

La noche... calificada por su oscuridad, a menudo se asocia con el dominio del mal, con las nociones de impuro y prohibido, con el mundo de la ignorancia y la guarida de todos los bandidos y criminales. La luz, por su parte, simboliza el progreso, el orden y la razón. La oscuridad ha seguido siendo expulsada de los corazones de las ciudades e incluso del campo, y la luz mantiene la oscuridad alejada de las personas honestas.

Hoy, la noche está en peligro, incluso más allá de su oscuridad, en su papel esencial en los ritmos cronobiológicos. El exceso de iluminación artificial plantea la cuestión de su propia desaparición. ¿Es porque le tenemos miedo a la noche que poco a poco tendemos a hacerla desaparecer?

La conciencia del fenómeno de la contaminación lumínica empuja a muchos actores a actuar para proteger y preservar la oscuridad. ¿Se convierte la noche, y todo lo que encierra, en un patrimonio a preservar? El entorno nocturno es precioso, la degradación de la oscuridad impacta el acceso visual al cielo estrellado, la salud de los seres humanos al modificar el ritmo del sueño, pero también la biodiversidad nocturna al perturbar los movimientos, las interacciones de (y entre) las especies. Encontrar la oscuridad significa preservar un patrimonio precioso: la Noche.

Revista n°43
cubierta magnética 43

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